martes, 8 de noviembre de 2011

MUDANZA

Amigos y amigas.
Recientemente estrenamos una nueva web, para localizar en un sitio un poco más personal, los devenires de esta historia. Vamos a redireccionar la dirección del Blog a la web, y a partir de ahora comentaremos las aventuras y desventuras del proyecto desde la nueva página. Si aun no habéis visitado la pagina os invito a que le echéis un vistazo... esta mal que yo lo diga, pero en muy bonita...
Durante la vida de este blog hemos llegado a ser 25 seguidores, y algunos lectores más, una cifra redonda y entrañable, muchas gracias. También os invito a que sigáis conectados a través de nuestro nuevo chisme.
Aquí os dejo el enlace.
Nos Vemos

http://www.alfamusica.com/

jueves, 20 de octubre de 2011

22 de Octubre (bis)

Desde el primero de octubre vivo en un sitio distinto.
Dejé la Alameda de Osuna buscando otros aires. Casi he pasado toda la vida allí, pero no fue hasta hace poco que sentí que ya no pertenecía a ese sitio. El abandono de las armas de Le Punk, y alguna otra historia personal acabaron dejando vacío de contenido al lugar donde siempre me había encontrado en casa.

La Alameda se construyó para que fuese ocupada por unos miles de parejas jóvenes en los setenta. Un extrarradio tranquilo para criar churumbeles sin las preocupaciones de la gran ciudad, sin coches, sin ruidos, y con espacios libres de edificación, pues en aquella época casi estaba en mitad del campo. Los niños teníamos tierra virgen alrededor, espacios arbolados anárquicamente por la naturaleza, plagados de agujeros donde había arañas, escolopendras y todo tipo de bichos susceptibles de ser cazados y torturados sin piedad.
Nuestros padres pasaban sus horas de ocio al viejo estilo, sentados a la fresca de las noches de verano, tomando cañas en las terrazas antidiluvianas que brotaban en la puerta de cualquier bar, tranquilos porque sus hijos estaban a una voz de distancia, mientras ellos tiraban de aceituna en el vermut y anchoa en la patata. Salvo eso, un mercado, dos estancos y alguna farmacia, no había nada más. Todavía no se habían puesto de moda los centros comerciales. La gente parecía ser feliz con menos…
Inevitablemente los niños crecimos, y los mayores envejecieron.
Durante nuestra adolescencia apareció el espejismo del rock and roll en el barrio. Un puñado de pioneros rocanroleamos entre espinillas y alcohol en los noventa, Mientras nuestros viejos se apalancaban cada vez más en el sofá, alucinados ante la aparición de los nuevos canales de televisión y la oferta infinita de bazofia audiovisual, la música se extendió como una plaga por el barrio. La única vez que alguien contó el número bandas de rock (…fue un programa de televisión de esos que veían nuestros viejos….) salieron cuarenta y pico, en una población de veinticinco mil habitantes.

Inevitablemente los adolescentes maduraron, y el espejismo se disipó en parte.
Los mayores se jubilaron y empezaron a protestar por la existencia de las terrajas en las que ellos mismos habían hecho vida, así que se cerraron casi todas. Protestaron porque los niños, cada vez menos, jugaban a la pelota en el parque, así que convirtieron las plazas en jardines, oportunamente vallados. Siguieron envejeciendo, ya nos solo les molestaban las terrazas, se puede decir que todo lo que no fuesen farmacias y peluquerías (preferentemente de señora) les molestaba, o sea, les molesta.
Casi cada año que pasa el barrio es más difícil de reconocer para mí. Mis compañeros de generación, en su mayoría, han colgado los guantes, y todas las bandas de rock se disolvieron, dejando a unos cuantos inmaduros envenenados por la quimera de la musica, el resto llevan un vida normal, hablan de sus bebes y de sus coches, y de sus vacaciones, y sus bebes otra vez…  supongo que es lo lógico…

Por otro lado, las cosas en el centro se están poniendo interesantes.
Los tiempos se revuelven y el aire resulta nuevo, no solo para los recién llegados como yo, todos parecen contagiados de una nueva esperanza.
Riadas de personas ocupan las calles de cuando en cuando, devolviendo a las plazas la razón para la que fueron creadas. La gente se reúne en la calle para hablar, y casi siempre, lo que sucede en la calle es más interesante que lo que ponen en la tele.

De mis nuevos vecinos se puede decir que harían en su mayoría que los jubilados alamedienses se cambiasen de acera. Es tan común escuchar hablar a alguien en berebere como en castellano, como en chino, o en hindú. Los dominicanos sacan las sillas a la acera con el sol, y sintonizan en sus pequeños transistores emisoras de merengue, y las fruterías exponen sus cajas de colorines en la calle, y los tajos de las carnicerías apuntan a la meca, y no hay bacalas, y los bichos raros son ellos…
y las tías no llevan pendientes de perla…
También hay vagabundos y putas, yonkis secos y sucios y un montón de formas de vida lamentable, pero me temo que real.

Mi casa está a diez minutos andando de cualquier parte, también de la frontera.
A diario la travieso en el autobús 53 para ir a la editorial a currar. Otra vez la ciudad cambia cuando entras en el barrio de Salamanca. El autobús se llena de señoras recién permanentadas de mirada fiera, ávidas de hacerte entender su deprecio, señores con gafas de sol de espejo y bigotillos de hormiga, y jovencitas imitadoras de Letizia Ortiz…
… aun así, lo más importante en este momento, es que el sábado cuando vuelva a casa después del concierto lo haré andando, con la guitarra en la mano, y no tendré que lamentar el hecho de haberme bebido de nuevo el dinero para el taxi.

22 de Octubre, 22 horas, San Dimas, Siroco

martes, 20 de septiembre de 2011

22 de OCTUBRE


Ese es el nombre de la primera cosa que editaré en solitario. Se llama así porque es la fecha en la que el disco (mejor dicho el EP) sale al mercado, y porque lo presentaré, junto con el Libanés, ese mismo 22 de Octubre en el Siroco.
22 de Octubre se editará en vinilo y en formato digital. Vamos a pasar de cd’s por esta vez.
Supongo que debería hablar un poco de las canciones del disco, pero hablar de unas canciones que nadie ha escuchado todavía no es buen plan, seria como explicarle a alguien un truco de magia antes de hacerlo, definitivamente no es buena idea… lo que si puedo decir es que las canciones de 22 de Octubre están pensadas para ser pinchadas en vinilo, para que suenen con el surco debajo. Creo que es un desquite, por un lado, y por otro, una especie de ejercicio de nostalgia hacia los buenos tiempos del rock.
Si se me permite la reflexión puede ser que la música haya sido una de las únicas cosas que ha empeorado sensiblemente con la llegada de la revolución tecnológica. Es cierto que se ha democratizado, que hacerla no resulta tan caro como antes, y también es cierto que hoy la gente escucha mucha más música, antes, más rápido. También me gusta de estos nuevos tiempos la nueva relación entre la gente que hace música y la gente que escucha música (yo soy de los dos tipos), es menos artificiosa, y directa… si, supongo que hay muchas cosas que me gustan de estos tiempos… pero los discos… las canciones… no, eso no me gusta más. A pesar de la libertad que las nuevas tecnologías han traído “al negocio”, en general, todo parece estar sometido a un libro de estilo, o a una atmosfera estética… ¿será el reverso tenebroso de la circunstancia de que cualquiera se pueda colgar una guitarra y grabar?... No se, no se…
A lo mejor es simplemente que este híper estimulo constante nos hace consumir canciones como consumimos anuncios; bueno como consumimos todo… rápido, una, rapito, otra… que se yo…
¿Y que puede hacer un blanquito como yo ante semejante panorama?
Pues solo una cosa... ¡parir un discazo tras otro, y que se jodan los tiempos!
Y eso es justo que lo que he hecho.
Vendrán más, pero este es el primero…
… 22 de Octubre, a la venta el 22 de Octubre, presentado en 22 de octubre, en el Siroco, a las 22 horas
Acercaos, podréis comprar el disco, y comprobar por vosotros mismos que el Libanés ha estado haciendo abdominales.

jueves, 4 de agosto de 2011

YA NO HAY CHICHARRAS!!

Cierto.
Os invito a que salgáis al campo más cercano y las busquéis. Nosotros las perseguimos por Daimiel armados con una grabadora y no hubo manera. Por la mañana, por la tarde… por todos lados, y no había chicharras!....
-¿Cómo puede ser que no haya chicharras en la mancha en pleno mes de Julio?- le pregunté a Migué.
- No se tío, a lo mejor se han subido a los árboles como los grillos….
Aquella afirmación me dejó helado.
- ¿Qué quiere decir eso de que los grillos se suben a los árboles?- le pregunté.
- Pues eso, que los grillos se suben a los árboles… - respondió mostrando sorpresa por mi pregunta- Los grillos que grabé ayer estaban subidos a los árboles de detrás de mi casa.
- ¿pero que dices tío?, ¿grillos?, ¿árboles?...
- Que si tío, de toda la puta vida los grillos se suben a cantar a los árboles….
Vale que yo me acababa de fumar un petardo del tamaño del dedo índice de Romay, pero a pesar del mareo estaba seguro de que nunca había oído semejante cosa.
- ¿Y los pájaros que hacen, se esconden entre las piedras?- contraataqué.
Migué me miró con cara  de “estetioesgilipollas”.
- ¡Pues no!, también se suben a los árboles, o los cables, o yo que sé…
Entonces me vino a la mente la imagen de un olivo manchego lleno grillos, chicharras, pájaros, lagartijas, caracoles y un par de perros… y una risa tonta se apoderó de mí…
- El caso es que no he encontrado chicharras por ningún lado- continuó.
Yo creo que hice un par de comentarios más sobre los grillos arborícolas manchegos con desigual suerte, pero Migué empezó a esbozar una especie de teoría apocalíptica basada en el hecho que ya no había chicharras en España y nadie se había dado cuenta.
Estaba en estas cuando entró por la puerta del estudio Guille.
- Guille – se apresuró a decir Migué- ¿a que los grillos se suben a los árboles para cantar?
- De toda la puta vida…- esa fue su respuesta.
Descaradamente estaba en desventaja, así que como suele suceder en los casos en los que uno empieza a perder la razón tiré de nacionalismo…
- Pues eso será aquí; en Asturias los grillos no se suben a los árboles (lo juro).
- Pues eso es que son tontos, porque si se subiesen a los árboles…
Afortunadamente Guille interrumpió aquella delirante conversación que estaba punto de llevarnos a una discusión teacheceiana, zoologopolitica, y absurda, claro…
- ¿De que va ese rollo de los grillos? - quiso saber.
Le explicamos. Queríamos un grabar unas chicharras y unos grillos para meterlos entre algunas de las canciones del disco, como si una cara del maxi correspondiese al día (las chicharras) y otra a la noche (los grillos). Grillos sí teníamos, pero chicharras, ni una…

No hubo manera de zanjar la discusión sobre el misterioso paradero de las chicharras y la excéntrica costumbre de los grillos Daimielitas, esa de subirse a los árboles… Supongo que por culpa de nuestra total ignorancia sobre el mundo de los artrópodos. El caso es que me quedé al cargo de encontrar unas chicharras en Madrid, y grabarlas pero no ha habido manera.
Esta tarde me voy a Asturias.
Aprovecharé para ver si encuentro alguna chicharra cantarina que quiera salir en un disco de rock, si fracaso, tendré que empezar a pensar a darle la razón a Migué en eso de que se viene el fin del mundo y el silencio de las chicharras en una de las señales del advenimiento del anticristo…
… aunque a mí, me acojona más que los grillos se suban a los árboles…

…a propósito, las canciones, está mal que yo lo diga, son el copón…

miércoles, 13 de julio de 2011

JULIO 2011

La última vez que escribí en blog fue el 10 de mayo, hace ya mes y medio.
Por aquellos días ya tenia planeado mi año entero, el trabajo, los ensayos, las grabaciones, las vacaciones (no, las vacaciones no)
Mi idea era ir alimentando el blog a media que surgían nuevas experiencias en torno al disco, nuevos planes, nuevas decisiones…
… y a así iba a ser, pero de pronto, empezaron a suceder cosas…cosas imprevistas que sucedieron como las cosas imprevistas suceden, sin más.
La primea consecuencia fue que sentí un hastío infinito con respecto a mis anteriores planes. No voy a decir que me apetecido derrumbar lo que había construido, porque realmente no tenía nada más que los planos y los cimientos de lo que sería mi primer disco en solitario, pero sí sentí aquellas canciones sobre las que trabajaba habían envejecido de pronto. Debe ser porque habían nacido bajo la estrella de lo cotidiano, lo común y lo habitual, y algunas de ellas formaban parte de un imaginario algo cansino.

Es cierto que todo lo que digo gira en torno a un momento traumático, esta vez para bien, y, supongo que todos imagináis que me refiero al 15 de Mayo.
Yo asistí aquella primera manifestación con mi colega el Perkins.
Acudimos sin saber demasiado sobre quien convocaba, simplemente fuimos. Queríamos protestar. Protestar por esto y aquello, por cien cosas en concreto, y por otras cien a las que no podíamos ponerles cara… hoy me parece darme cuenta que fuimos allí porque necesitábamos protestar. Quizá empezásemos a sentirnos demasiado apalancados en la desgana, en el”dejarlo estar”, en el “¿que podemos hacer?, en la frustración de sentirse manejado y manipulado constantemente… no voy a entrar en argumentaciones políticas, supongo que cada uno tiene las suyas, el caso es que fuimos allí, porque Fer, el antiguo trombón de Le Punk, nos puso un mensaje, o un mail, convocándonos. También entiendo ahora que esa era la única manera de que yo fuese a la mani, que alguien cercano y en quien confío me citase, sin nada más de por medio. 
Creo que todos los que fuimos allí ese día estábamos en la misma situación.
Se oían comentarios y reflexiones parecidas entre la gente que esperaba a que empezase.
De repente pasó.
Se creó una súper energía que nació, además de todo lo que hemos hablado antes, de nuestra propia sorpresa. Éramos unos cuantos, de hecho éramos muchos, muchos más de los que nosotros mismos esperábamos…
Luego ya sabéis lo que pasó…

El caso es que sentí como si de repente se abriese una ventana, y entrase aire fresquito.
Supongo que para cualquier persona que dedica a crear el contexto en el que está en un ingrediente esencial, o como se dice normalmente “yo soy yo y mis circunstancias”, así, cuando mis circunstancias se agitaron, yo me agite con ellas…más bien me dejé agitar.
Ahora pienso que necesito este otoño para mí, para escribir más canciones, y para que el aire fresquito cure un poco más las que ya están escritas.
Esto no quiere decir que vaya a hacer un disco político. No. Solo quiere decir que pienso que durante lo que queda de año seguirán pasando cosas, y me apetece estar cerca, para nutrir “mi otro estomago” ese que no solo vive de pan.
Por eso no grabaré en septiembre. Por eso me voy a dejar llevar, a ver hasta donde hay tramo, a ver que hay después del siguiente recodo.
Lo que si voy a hacer es volver a casa de Migué, a Daimiel, para grabar un maxisingle que editará Maral, la compañía de discos con la estoy currando, a mediados de Octubre (precioso mes).
El maxi se editará solamente en vinilo y en formato digital. Pasando de Cd’s, y tendrá cuatro canciones que no se incluirán en 1432.
Será el primer vinilo que saque al mercado en mi vida, pues cuando edité, junto con Buenas Noches Rose, el primer álbum los tíos de la compañía con la que salió el disco eran de esos que estaban por la modernidad de la época, y consideraban el vinilo algo antiguo y obsoleto. Tanto tiempo después, estoy emocionado con la idea de escucharle por encima del crujido del surco.
Espero que la explicación os convenza.
Seguimos en contacto.

martes, 10 de mayo de 2011

DAIMIEL

Tenía razón el viejo loco. La mancha está llena de gigantes y de ejércitos de ovejas, aparentemente inofensivas; pero si uno las mira a los ojos se da cuenta que en realidad algo traman… Luego están los enormes viñedos, y los olivares, también tochos, gansos algunos; así que para empezar se puede decir que en la mancha hay un pan cojonudo, un queso alucinante, un vino del copón y un aceite que lo flipas.
Esto es así.
Además de eso, Daimiel tiene unos humedales donde paran a repostar infinidad de aves migratorias; plagados de vida antaño, hoy apenas recuperados para impulsar la industria del turismo, maquillados y adecentados, aun preciosos, pero que dejan en uno una sensación rara cuando los visita; la sensación que ser un hijo perra destructor, perteneciente a una saga de hijos perra destructores.
Esto también es así.
Pero además de las Tablas de Daimiel y la comida, el pueblo tiene unos cuantos personajes geniales, que alimentan con buena parte de su tiempo al monstruo de la música, a cambio solo de verlo crecer, o quizá de asistirlo en su larga enfermedad…
el caso es, que, como suele pasar en todos los sitios donde para algo musicalmente hablando, siempre hay alguien trabajando por amor al arte (nunca mas textual que en estos tiempos).
Estos tipejos/as se hacen llamar La Casa Con Ruedas:
Durante este año pasado se ha ido forjando una bonita relación de amistad entre un servidor y los dos ideólogos de la Lacasa… Maria (Consuegro) y Miguel (Migué); y por eso fuimos a parar allí el Libanés y yo, porque Migué, aparte del fanzine digital, tiene un estudio de grabación a las afueras de la villa, donde van a grabar un buen numero de bandas manchegas, agradable y enrollado, (ya sabéis, y si no os lo dijo yo ahora, que se dice de los estudios de grabación y sus dueños lo mismo que de las mascotas y sus amos, que se acaban pareciendo), así no había mejor garantía para mi.
Decidí ir al estudio de Migué a maquetar unas cuantas canciones con el Khoury, con un par de guitarras, mandolinas, armónicas y cosas por el estilo.
Durante los días, tres, que estuvimos grabando en Camigué sucedieron unas cuantas cosas, en el estudio por descontado, pero me refiero en el mundo mundial. Parece ser que le han dado pasaporte a Bin Laden y luego le han tirado al mar ¿!?, que el barca eliminó al Madrid, que los de Bildu podrán presentarse a las elecciones y, por ultimo, que el jamón york que tenia en la nevera se ha quedado definitivamente tieso… pues vale.
Por nuestra parte pasamos esos tres días solo pensando en música, hablando de música y tocando. Ha sido bonito y revelador. Hemos grabado diez canciones que nos han dado muchas pistas de por donde sí y por donde no.
Yo personalmente me he dado cuenta de que algunas de las canciones que manejo últimamente están un poco lentas y un poco altas de tono…
No es culpa mía, es culpa de los putos Led Zeppelin y de la hierba de la comarca… pero ya lo estoy solucionando con una terapia de choque; este mes solo Tom Waits y café…

Mientras escribo esto Migué esta dándole los últimos retoques a la mezcla. O sea que de momento no tengo nada que enseñaros, pero la semana que viene colgaré una canción para que vayáis tomándole el pulso a la asunto.
Un besu

miércoles, 23 de marzo de 2011

EL LIBANES

La última vez que vi al Libanés bajaba por la calle Gaztambide tocando la armónica.
Le acompañaba un sequito de diez o quince personas que daban palmas y coreaban la letra de un blues improvisado (en ingles con acento libanés) que cada dos versos tenía la palabra beibe, y que él mismo cantaba entre soplido y soplido para regocijo de su comparsa, y supongo, desgracia de los vecinos.
El último tequila le había hecho olvidarse por completo de la tendinitis que desde hace unos meses le tortura después de cada concierto.
Minutos antes trataba de hacerle el lío a Edu Fernández en la puerta del Gatuperio (donde acabábamos de tocar). El que fuera guitarrista de la Delta Hot Blues se hacía el duro “… ni de coña, todavía me debes quince pavos…” pero el Libanés le ponía su mejor sonrisa, por lo que me temo que al final consiguió lo que fuera que quisiese.
Después me pareció verle un segundo pasando al lado de la barra del Siroco en plan Speedy González, en dirección a la puerta de la calle, luego ya no supe más de él hasta el día siguiente. Micus, su compañero a la guitarra en Doc, me dijo que habían acabado en casa de no se quien, con no se quien, y que aparte de no dejarle dormir, había saqueado la nevera de su anfitrión.

Fue el Patillas quien me habló del Khoury por primera vez, y quien me apañó una cita con él.
Se presentó como Khoury (pronunciado Curi), así que creo que lo segundo que le pregunté fue el por qué de su nombre. La respuesta me encantó.
Resulta que su abuela paterna, Vicki, se ganaba la vida ejerciendo el oficio más viejo del mundo en el barrio de la Concepción, así que del abuelo del Libanés solo se sabe que en algún momento pasó por la Conce…y que nueve meses después la buena señora dio a luz un crío y continuó con su vida.
Años más tarde pareció en escena un libanés (este sí era de verdad libanés) que estaba en España haciendo negocios. El árabe se encariño tanto con Vicki que le dio a ella un futuro y a su hijo, el padre del Libanés, su apellido. Así, la mujer salió de la calle, e Ignacio, que así se llama en realidad el Khoury, pudo bacilar de apellido exótico delante de sus colegas tan solo una generación después.
O sea, que como han podido comprobar, el Libanés resulta que no tiene nada de libanés.

Lo que sí tiene es una telecaster bastante molona y una Gibson acústica, modelo Sheryl Crow, que los muchachos de Gibson España le han prestado para hacer la gira conmigo y preparar las canciones de 1432.
Antes de empezar los ensayos le conté la idea, todo ese rollo entorno al disco y las canciones. Desde entonces hemos trabajado casi a diario en ellas, tocándolas cotidianamente, atentos a las pistas que los conciertos y los ensayos nos daban.
En este sentido su aportación ha sido muy importante porque el Libanés tiene los oídos muy bien puestos, y es trabajador y simpático; una actitud que termina por colarse en los temas para condicionarlos y ensancharlos todo lo que dan de sí.
Con respecto a la gira, pueden imaginarse… nos ha quitado algo de salud y nos ha dado alimento para el “otro estomago”, ese que alimenta la esquelética musculatura del superhéroe de barrio; y algo de dinero, que por supuesto hemos malgastado en tonterías.

¿Algo más del Libanés?... bueno, es un poco jipi, me refiero en lo musical.
Aunque apenas tiene veintitrés años su rollo es The Band, la Creedence, etc, pero también se pone ñoño con el country e histérico con el blues.
¿Qué más?... pues podría pasarme horas escribiendo pero creo que les he dicho lo justo para que se hagan una primera idea, el resto tendrán que averiguarlo por su cuenta.
Primer personaje del elenco, Ignacio Khoury Cincunegui, a la guitarra.
Un aplauso por favor.